Corres sintiendo la cálida arena de la playa bajo tus pies.
Corres hacia la orilla, paras de golpe y cierras los ojos. Respiras hondo,
hueles la sal del agua, escuchas las olas chocando entre ellas y sientes el
agua mojando tus pies. Abres los ojos y miras al horizonte, buscando un final
que nunca va a llegar. Vuelves a cerrar los ojos, sonríes involuntariamente y
te tiras al mullido suelo de la playa. El viento revuelve tu pelo y la arena
roza tu cara, y otra vez sonríes involuntariamente. Te invade la extraña
sensación de ser feliz, de que en ese momento tu vida tiene color, que tiene
sentido sonreír si cada mañana al levantarte tienes ese paraíso a tus pies.
Piensas que todo merece la pena si puedes disfrutar de un lugar como ese
durante horas, deseas estar allí para siempre y aunque sabes que eso no va a
ocurrir no dejas de sonreír.
Soñamos con un nuevo día, cuando el nuevo día no llega. Soñamos con una batalla, cuando ya estamos luchando.
~El club de los poetas muertos.
~El club de los poetas muertos.
domingo, 6 de mayo de 2012
Paradise.
Publicado por
Paloma Díaz
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