A veces te hace falta recordarte que eres tú la única persona que te ayudó a superar los baches; tú y nadie más.
Eres quien se sienta con el cuerpo frío en el suelo de la ducha, rendido, para después levantarte.
Eres quien se sienta con el cuerpo frío en el suelo de la ducha, rendido, para después levantarte.